Conocí la práctica de Yoga a los 17 años en un momento un poco complicado de mi vida. Recuerdo que fue una de esas veces que sigues asistiendo a algo y no sabes ni por qué. Seguí practicando aunque recuerdo que la primera vez no podía parar de reírme porque no entendía nada. En esos tiempos andaba yo en una relación de violencia, me salvó la terapia, la práctica y el comenzar a viajar.
Estudié sociología en Puerto Rico y una maestría en Comunicación Social en Madrid, dedicando mis estudios y esfuerzos a colaborar y prevenir la violencia de género. Siempre dije que cuando terminara de estudiar haría mi certificación en Yoga, y fue entonces cuando me mudé a Andalucía y realicé mi primer curso en Hatha y Vinyasa Yoga en Marbella. Fue en ese proceso que conocí la práctica de Yoga Sensible al Trauma. En mi mente estaba el plan de llevar la práctica de Yoga a mujeres que habían vivido violencia de género.
Así fue como comenzó este camino…
Desarrollar un proyecto propio que involucrara la práctica de Yoga, la terapia y la sensibilización en género fue lo que me motivó a quedarme en México. Llegué de mochilera y no regresé a España a vivir. Desde el 2015 trabajé en Ciudad de México, Tepoztlán y Estado de México con grupos de sensibilización y prevención hacia la violencia contra las mujeres, hoy me encuentro en Xalapa.
Me enamoré de la ruta de los volcanes, pasaba horas en autobuses para llevar el Yoga a cada rincón que se pudiera. Así nacieron muchos lindos proyectos y lo que hoy es ARME: Narrativa Psicocorporal, que llevo junto a la psicoterapeuta Cecil Tavera, integrando la psicoterapia y la práctica de Yoga Sensible al Trauma. Esto me motivó a certificarme en el modelo oficialmente y completé ambas certificaciones existentes en TC- Trauma Sensitive Yoga.
El modelo de Yoga Sensible al Trauma nace en 2003 en Boston, Massachusetts en un intento de atender a través de un acercamiento corporal las consecuencias del estrés post traumático y el trauma complejo en el cuerpo. Varios estudios científicos ya probaron que este modelo se puede considerar un tratamiento adjunto para estos diagnósticos relacionados con experiencias traumáticas.
Una de las preguntas que surge sobre este modelo es: ¿En qué se diferencia a una clase de Yoga regular? Una de mis más valiosas lecciones es que este modelo invita a cambiar las dinámicas de poder entre profesor y alumno. Nuestra misión es crear un espacio seguro para personas que han vivido trauma y lo que su cuerpo aloja. Lo que para una persona que no vivió trauma es aceptable para un o una sobreviviente puede ser un detonante. Ejemplo pueden ser: ruidos, órdenes, uso de “props” como cinturones, asistencia manual y muchas cositas más que nos pueden parecer normales en una clase de Yoga.
Aprendí a hacerme la pregunta: ¿Qué siente el cuerpo de una persona que vivió trauma? Y la primera respuesta que trato de darme es que se trata de un cuerpo asustado, con miedo, en constante alarma y que no sabe identificar que el peligro ya pasó. Ya entendiendo esto te haces más sensible. Creamos el ambiente para que las personas re tomen y re habiten su cuerpo estableciendo una relación sana, de respeto y de auto cuidado.
Para lograrlo hay dos cosas que yo considero clave de este modelo: el lenguaje invitacional y el “mindfulness” hacia las sensaciones corporales. Van a notar que todo se vuelve una invitación: “que pasaría si”, “podrías”, “puedes parar cuando desees”, “podrías explorar”, etc. Por otro lado, nuestro foco de atención es la experiencia interna de la forma, no importa la perfección ni el alineamiento, lo más importante es aprender a llevar la atención a las sensaciones del cuerpo y a la experiencia interna del o de la participante en la forma.
Un ejercicio interesante puede ser el observar cuantas órdenes incluyes en tus actividades diarias, podrías intentar comenzar a invitarte y preguntarle a tu cuerpo diariamente qué necesita o que le apetece hacer. Una persona que vivió trauma no tuvo opción, esto se trata de entender que nuevamente tienes opciones, que puedes elegir qué sucede con tu cuerpo, con tu tiempo, con tu vida.
La vida me trajo a México y aquí he tenido hermosas experiencias que me han convencido que este modelo sí funciona. En ARME lo veo cada día con nuestros clientes y sus testimonios, en el Proyecto de Yoga en Prisiones México (PYP MEXICO) pude verlo con personas privadas de su libertad, en albergues y en talleres… en cada lugar que comparto Yoga Sensible al Trauma puedo ver cómo todos y todas se sorprenden de tener un acercamiento tan gentil e invitacional con su cuerpo. Mi misión es hacer de este modelo uno accesible en el idioma español para que México y Latinoamérica puedan gozar de sus beneficios.
Bendiciones / Namaste
Krystal Pérez
Yoga Sensible al Trauma TC-TSY Español [YouTube]
ARME Atención Psicológica y Corporal [IG]
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