MEDITACIÓN PARA DAR GRACIAS | FRIDA SOLÍS

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A menudo termino el día agotada y tan pronto recargo la cabeza en mi almohada comienzo a soñar

Mis dos hijos pequeños estuvieron enfermos en días recientes. Para los que son padres, y también para los que no lo son, se pueden imaginar lo que fueron quince días sin dormir de corrido, cuidando que la fiebre alta disminuyera con entradas y salidas a la tina del baño durante toda la noche… En fin.

Hoy, ya corren y saltan por toda la casa. Aún no les dan el alta para regresar a la escuela; sin embargo, han recuperado su fuerza, el apetito y por supuesto lo travieso.

Esta mañana tomaba una deliciosa taza de té mientras contemplaba absorta a través de mi ventana, y fue el momento preciso en el que comencé a dar gracias. Las lágrimas rodaban por mis mejillas y una franca sonrisa surgió de mis labios en medio del silencio.

Comencé a agradecer por mis hijos en recuperación, por el hermoso árbol de jacaranda que abraza al balcón, por el calorcito que despedía la taza caliente entre mis manos, por 23 años practicando hatha yoga; le di gracias a mis maestros vivos y a todo el linaje sagrado, gracias a la respiración consciente que me ha llenado de vitalidad aun en los momentos difíciles, gracias por la maravilla de contar en casa con agua corriente, drenaje, luz…

¡Gracias!

Gracias simplemente por poder experimentar el momento y fue entonces que se me ocurrió algo: hacer un Diario de Gratitud Consciente, donde todas las noches antes de dormirme hago una pausa reconociendo, por un lado, de quién o de qué me he beneficiado de alguna u otra manera y encontrar el vínculo que se genera a partir del mismo.

Tal vez no tendré mi diario a la mano todo el tiempo, pero cinco minutos para contar mis bendiciones y dar gracias, siempre los encontraré.

Aquí te comparto una meditación de Gratitud. Trata de realizarla antes o después de tu práctica de asana o en cualquier rato libre.

Meditación para dar gracias

Adopta una postura sentado sentada(o), cómoda(o); cuida que tu espalda se encuentre extendida y después inhala y exhala tres veces profundo y libre.

Continúa respirando suavemente y ahora, al inhalar, visualízate recibiendo experiencias, gente que ha tocado tus cualidades, tu vida, y siente gratitud. Haz una pausa después de cada reflexión y toma un momento para integrar apreciando y sintiendo plenitud con estos regalos.

Mientras exhalas imagina compartir esta experiencia de plenitud con otras personas. Pausa de nuevo e imagina a otras personas, tu familia, tu comunidad, el ancho mundo recibiendo tu ofrenda con profunda gratitud.

Continúa con el ciclo inhala, pausa, exhala, pausa, por varios minutos, y después cambia tu foco al suave movimiento de tu respiración antes de abrir los ojos.

Gracias por leerme.

“La luz en mí honra la luz en ti”

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