El sábado 20 de octubre del presente año, tuve la fortuna de asistir y disfrutar de Wanderlust 108, un evento que ya lleva varias ediciones en la Ciudad de México y en otros estados del país; en anteriores ocasiones fui a trabajar, sin embargo, esta vez fui como una espectadora más a vivir la experiencia completa. 

La cita fue muy temprano, alrededor de las 7:30 AM, todo comienza con una carrera de 5 km., que no es obligatoria correrla, la puedes hacer de la manera que gustes y en el tiempo que decidas; la verdad sí se antojaba mucho pues hacía frío y todos queríamos entrar en calor, aunque les confieso que me salté esta parte y la convertí en caminata, ya que por una lesión en mi espalda no puedo correr, y al final fue lo de menos, de igual forma la disfruté.

Finalmente llegamos a la clase de yoga, que era lo que a mi más que emocionaba y éramos muchísimos, y cuando digo muchísimos juro que no exagero, tal vez 2000 mil personas haciendo yoga de la mano de Laila Kuri (reconocida maestra mexicana), que con mucha vitalidad dio inicio a la práctica, se bajó del escenario para que la pudiéramos sentir, de la mano con la increíble música en vivo de Javier Bautista y el DJ Taz Rashid, mientras otras maestras nos mostraban las asanas o posturas para no perder detalle de la alineación.

Todos vibramos con una misma intención: “Un México Mejor”, más unido, más consciente; y no les puedo explicar la hermosa energía que generamos, la podías casi palpar con tus manos. 

Wanderlust es un festival de yoga que nace en Estados Unidos y uno de sus propósitos es presentar a maestros de diferentes nacionalidades en distintas partes del mundo, en esta ocasión y el turno fue para Eoin Finn, creador de Blissology, una técnica que te ayuda a encontrar el rumbo para ser feliz donde destaca el trabajo en la buena relación con tu cuerpo, mente, la comunidad y la naturaleza. Eoin tomó el control de la clase después de Laila; este gran maestro, a través de la visualización y con ejemplos como los movimientos de un bebé, nos hizo explorar de otra forma el yoga –o por lo menos para mí así fue–. Sintiendo y conectado con cada una de sus palabras; finalmente, terminamos con una meditación guiada por Paola Ambrosi y Antonio Sánchez Muñiz, creadores del método Transpersonal, mediante el cual nos llevaron a habitar nuestro cuerpo y conectar con nuestro ser superior. 

Las probabilidades de lluvia eran del 90% y no cayó ni una sola gota. 

Para cuando terminamos y nos dirigimos al mercado Kula para conocer y disfrutar de todos sus alimentos orgánicos y sus productos conscientes, el sol ya brillaba en todo su esplendor. Aparte del mercado y todo lo que allí vendían, había más clases como Hula Hoop con Majo Baldenebro, con pelucas y confeti que te llevaban hasta tu infancia, Air Yoga con Giovanna Estrello y Dafne Okie haciéndote volar en sus columpios poniendo tu mundo de cabeza y tal vez así encontrar esas soluciones que tanto buscas, y ni qué decir de lo difícil del Slackline con Andrea Dattoli quien nos ayudó pacientemente a trabajar en nuestro equilibro. 

Del otro lado del jardín estaban los de Changueando motivándonos a confiar en tu pareja (amigo/a, novio/a, esposo/a, etc.) para poder introducirnos en el Acroyoga, y así como ellos, más escuelas de yoga y métodos creados por mexicanos y extranjeros se dieron cita en esta mañana espectacular en el campo deportivo del estado mayor.

De mi parte no me queda más que agradecer y aplaudir este tipo de eventos familiares al aire libre, que promueven un cambio de consciencia en nuestra sociedad, familias, y en cada una de las personas que ahí compartimos.

Gracias Brian Gahan por ser un promotor de nuevas formas en cómo conectamos los seres humanos.

Solo me resta expresarles mi fascinación por lo que allí se vivió. Salí motivada, plena y hasta flotando un poco.

Recomendadísimo, no se lo pierdan.

Namaste